domingo, 24 de abril de 2011

Mejor


Y se que estoy mejor
que cuando estabas tú
mejor que antes
mejor sin ti
con más de todo
y nada de ti

jueves, 24 de febrero de 2011

Marah Oukidom

Aparecí y estabas riéndote, sudando positivismo. Era el parque de mi infancia, donde corría y me columpiaba. En el que me rompi la cabeza una y mil veces, los pantalones y las rodillas. Donde aprendí que era la amistad.
Había dos parques, el pequeño y el grande. En el grande es donde estaban los columpios " de los mayores" y donde mejor se jugaba al pilla-pilla. En el pequeño había una enorme sombrilla natural de árboles que llevaba ahí toda la vida. Ni siquiera se había caído una hoja.
Todavía podía oír a mi madre llamandome a gritos desde el 5ºC para que subiera a comer.
Ahí me tuviste tres horas embobada, hablando de ti, de mi, de la vida, de las cosas importantes.
Sentí que nacía algo bonito, y ni siquiera te conocía.
Era Junio, hacía calor y estaba él, mi pequeño que andaba preocupado por su hermano, estábamos jodidos y veníamos del hospital.
En el parque pequeño hacía menos calor. En ese momento me daba igual la temperatura. Me tenías asombrada. Quería saberlo todo de ti en solo cinco minutos y quería compartir gran parte de mis aventuras contigo. No se por qué pero lo sentía.
Rápido pasaste a formar parte de mi vida. Una tal Marah Oukidom que me iba a volver loca, y así fue. Ahora estoy loca de remate, peor que antes.
Recapacitando, he llegado a la conclusión de que quiero que nuestras risas sigan mezclándose y sean solo una. Que me enseñes a comer cebolla, a hacer plastilina, a tener paciencia, a ser feliz no por como soy sino por lo que hago, a dar las gracias, a cantar, a dar golpes con nombres raros con unos guantes de boxeo, a quererme, a llevarla, a jugar con los palabros, a beber té con leche...
También quiero poder seguir viendo las fotos de tu habitación y no saber si es tu juventud o la mía, seguir contestando al teléfono y que crean que eres tu, y que piense un tal Aladdin que lleva su casa a cuestas que somos hermanas, primas o lo que sea, pero que algo somos. Y no solo Aladdin.
Hoy veo las cosas de otra manera y mi corazón siente que te quiere más que ayer, que quizá los momentos malos nos lleven a desorbitar las situaciones.
Quiero volver a mi parque, donde te conocí. Contigo. De la mano
Losié.

lunes, 21 de febrero de 2011

No llores bonita

Esta vez, va por todas.
Iros a la mierda los que nos despertáis de nuestros sueños y los convertís en pesadillas. Que os den, por la puta doble cara que teneis. Olvidarnos y dejarnos vivir. Porque la chica de los ojos bonitos no se merece esto. Le ha querido con locura, como me pasó a mi un día. Y resultó que no le conocía... ¡no les conocíamos! Seguiremos teniendo confianza en nuestra gente, pensaremos que conocemos a las personas, que nos conocen. Pero no tenemos ni idea... Ignorantes.
Si así lo quereís...¡que la fiesta continúe!

jueves, 3 de febrero de 2011

El corazón desnudo y el alma de camuflaje

Encerrada en la nostalgia que me provoca esta angustia
hago magia para evitar la asfixia
la industria de sueños que ha creado mi anorexia
acaricia una bestia que hace vomitar mi rabia.

lunes, 10 de enero de 2011

Así.

Soy de las que cantan como locas mientras conducen. De las que cuando tienen un día malo lo pagan con quien no deben. De las que lloran con las películas. De las que se entregan aunque tengan miedo. De las que dibujan en el vaho de los cristales y pretenden que permanezca de por vida. De las que viven de noche y duermen de día. De las que cierran cualquier discoteca subida en la tarima. De las que se mojan. De las que piensan que pueden cambiar el mundo porque lo han visto en una película. De las soñadoras. De las positivas. De las que no se entienden ni ellas pero saben lo que quieren. De las que quieren todo lo que no tienen. De las que no pueden ver llorar. De las que adoran reír por todo. De las que les encanta quedarse hablando con él toda la noche. De las que adoran la soledad (elegida).De las que buscan magia en los instantes. De las realistas. De las que pierden el tiempo buscando un por qué....

martes, 14 de diciembre de 2010

No tiene sentido

Gritos, lágrimas, reproches, tensión, dolor, angustia, temblor, presión, sudor, desesperación... Y después, subo dieciséis escaleras, me siento en el suelo, con las botas puestas y con la televisión en standby. La luz de la pequeña luna no se atreve ni a entrar por las lamas de la ventana. Me echo las manos a la cabeza y escucho mi corazón. A cien por hora, o a mil, ni siquiera puedo contar, solo siento. De repente mi cabeza se enreda en un cúmulo de ideas, de pensamientos, de sensaciones, que no son compatibles las unas con las otras. Por un lado, la locura se desata, la vena del cuello se hincha, deseo huir, irme lejos, y por otro, siento empatía por las personas que me han dado la vida. ¿Qué debo hacer? Me siento perdida, sola, vacía, con miedo. Se que no tiene ningún sentido. Que con sonrisas la vida sabe mejor. Bajo. Os abrazo. Buenas noches.

viernes, 3 de diciembre de 2010

Adiós

Una mañana me levanté, sin tener conocimiento de que me depararía ese día. Sería la última noche en la que descansaría con el corazón contento, con el corazón tranquilo.
Bebí tanto alcohol que cuando todo ocurrió, ni siquiera era consciente, no quería serlo. Eran altas horas de la noche, y no estaba lúcida como para razonar, y adivinar que sería la ultima vez que traspasaría esa puerta. Lo último que escuché fue el ruido del motor del coche, y no conducía él, sino un sinfín de grados de alcohol.
Al día siguiente, toda la culpa se la atribuí a ese alcohol, pero no la tenía él... en mi cabeza solo se oía un nombre, del que no podía estar segura del todo.
Pasaron duros meses, en los que intenté ser fuerte, intenté ser madura, pero mi estómago no estaba contento, sentía angustia, dolor, y las lagrimas eran las protagonistas de mi personalidad. Una personalidad que siempre había estado marcada por una sonrisa, que al final de las mejillas provocaba unos hoyuelos que ya no tenía.
Mi carácter empezó a cambiar, mi vida laboral se iba a la mierda, y la personal estaba en la mierda más profunda que pudiera existir en mi pequeño mundo. Apenas podía hacer las cosas más simples de un día a día. Cada vez que cogía el volante empezaba a temblar, si oía una canción que me recordara a los últimos cinco años, sentía hasta mareos. No quería mirar atrás, pero tampoco era capaz de mirar hacia delante. Cerraba los ojos, y esperaba una mano que me cogiera por el hombro y me dijera, " tranquila estoy aquí. Te quiero."sucedido de un abrazo. Pero eso nunca ocurrió. No era una película, era la vida real, en la que solo había estado de vacaciones en momentos extremos, ya que mi vida se basa en sueños entre nubes.
Ahora ya ha pasado bastante tiempo, y si me paro a pensar, se que esto forma parte del aprendizaje de mi vida, que "gracias" a esto seré más fuerte, y que me estoy creando como eso que denominan " persona". No sé si lo sé o es solo lo que dicen los mayores.
La espinita sigue en mi corazón, y no me la puedo quitar ni con miga de pan, probablemente en un futuro me reiré, y no me importará.
Si vuelvo a nuestro rincón, el que ahora compartes con ella, se que olerá solo a sal y que ese olor caprichoso de sonrisas y felicidad nunca más volverá.